Después de algún tiempo sin hacer entradas, me he animado a compartir con vosotros este pequeño relato sobre una máquina minera.
Espero que os guste.
Se titula La Maquinaria.
De todo lo
acontecido en el interior de la mina al minero nos tendría muchas cosas que
contar la maquinaria minera. Podría hablarnos de todo lo que sabe de los
hombres que trabajaban rasgando las entrañas de sus fondos, apartando y
cargando mineral desde el alba hasta la caída del Sol.
No nos dirá
nombre alguno por no herir ciertos momentos de sus angustias y penas, incluso
de sus vidas.
Aunque sus
vidas siempre estaban en peligros no fueron mirados muy bien, a pesar de que
iban dejando, como aquel que dice, el pellejo en su interior.
De vez en
cuando ocurría algún accidente mortal o con numerosos heridos graves.
En esos
momentos se actuaba con mucha entereza, mirándose entre ellos, hablando de lo
ocurrido y preguntándose qué habría sido de ellos. Si estarían heridos o si
estarían muertos.
En todo caso,
todos allí abajo eran compañeros, amigos incluso familiares.
Tú, sí, a ti,
sí, sí, máquina, tú que los bajas si sabes los que bajas pero no me sabes decir
los que vas a subir.
Claro que no
sabes lo que puede ocurrir abajo, pero sí sabes las cunas de mineral que sacas.
Creo que tú
eres una máquina que le importa poco la vida de los hombres que bajan. Los
mineros te pueden hacer una sentada si no los subes a todos. Máquina,
coordínate con los mineros. Y mira hacia arriba.
Muy pronto, subiré más fotos con más entradas mineras que espero que os gusten.
¡Hasta pronto!
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