Hoy me gustaría compartir con vosotros este relato que he escrito sobre un minero que pudo haber vivido y haber trabajado en las minas de La Unión.
Se titula Historia de un minero.
Deseo que os guste.
Esta narración
cuenta la vida cotidiana de una la familia de un minero. Si pudiera haber una
coincidencia o semejanza, tal vez, con algún nombre ruego que no se tenga como
ofensa a los mineros, en particular a los de la Sierra de La Unión.
Los mineros
trabajaban toda la semana hasta los domingos. Los días festivos en aquel
entonces eran Navidad y Semana Santa. Pero también había que trabajar si uno
quería sacar adelante a su familia.
Eran tiempos
en los que uno se resignaba con la suerte que le había tocado,
A este pobre
hombre llamado Ramón estaba casado con una mujer llamada Sole y tenían tres
hijas muy pequeñas.
Sole se
levantaba por la mañana muy temprano para prepararle a su marido el trapo. El
trapo era lo que solía llevarse el minero a la mina para almorzar. Consistía en
un trozo de tela la cual se anudaba por sus cuatro puntas, donde llevaba el
companaje o la fritura, tal vez, de patatas o de pimientos.
Eran tiempos
en los que no había gran cosa que llevarse a la boca.
Con el alba,
Ramón salía de su casa y le daba un beso a su mujer y a sus hijas.
-Hasta la
noche-le decía Ramón a su mujer.
Y la miraba
como diciendo:
-Volveré.
Los dos sabían
que la mina era muy peligrosa y había ocurrido demasiadas desgracias.
Ramón tuvo
compañeros y amigos. Uno de ellos se llamaba Alfonso. Tuvo la mala suerte de
que le cayó una piedra encima de la cabeza. Quedó gravemente herido, pero, por
suerte, no murió. Le costó muchísimo trabajo recuperarse. Sin embargo, aunque
la piedra no acabó con su vida, sí le mató la terrible enfermedad que afectaba
a los pulmones de los mineros: la silicosis.
Las desgracias
que ocurrían en el interior de la mina se extendían rápidamente por la zona y
llegaban hasta la casa donde estaban Sole y las niñas. Ramón regresaba por el
sendero a su hogar. Al llegar allí, se abrazaba a su mujer.
-Hoy he tenido
suerte-le decía a ella.
Y esto era
algo que ocurría todos los días. Había que armarse de valor porque el peligro
en las galerías siempre estaba acechando. Sobre todo cuando había que explotar
un barreno.
Ramón dejó de
trabajar por jubilación, despidiéndose de sus amigos Juan, Sánchez, Joaquín y
algunos compañeros más. Murió a una edad avanzada.
La Mina.
Al fondo, arriba en un monte, la mina donde trabajaban los mineros que aparecen en el relato.
Muy pronto, haré más entradas sobre la minería.
¡Hasta pronto!
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