Bienvenido seáis todos. Los que me leen con frecuencia y los que me leen hoy por primera vez.
La entrada de hoy es cortita.
Esta historia sólo la conocen unas cuantas personas. Son aquéllas que trabajaban en la mina, a muchos metros bajo tierra.
Unos obreros que no eran mineros, sino que trabajaban en el transporte, notaron cómo les temblaban las piernas. Entonces, hubo una inspección en cierta mina, la cual avanzaba hacia el lugar donde estaban los obreros, que estaban en una zona privada. Los topógrafos hicieron acto de presencia y, tras examinar la zona, cortaron el acceso de la galería. Los mineros no pudieron continuar trabajando allí.
De no haberse hecho esta inspección, probablemente, La Unión habría acabado partida en dos.
Cuentan que, cuando se fusionaban los pozos de las distintas minas que había en la ciudad, al encontrarse los mineros, se saludaban dándose la mano.
Esto lo hacían porque se sorprendían al verse, ya que trabajaban en zonas distintas.
Un minero podía estar trabajando en un pozo, pero podía acabar saliendo al exterior por otro pozo muy distinto del que había estado trabajando.
Y aquí os dejo con fotos de cuatro minas diferentes. Es posible que los mineros que trabajaban en ellas acabaran encontrándose bajo tierra en su incansable tarea de encontrar el mineral.
Mina La Revolución.
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