De nuevo estoy con vosotros.
Os voy a enseñar unas fotos que hice en Portmán hace algunos años. Espero que os guste.
Nos vamos a dar una vueltecilla por allí y os contaré un poco su historia.
Vamos a olvidarnos del Portus Magnus. Eso lo dejamos para otro día. Algunos de vosotros conoceréis la triste historia del desastre de su bahía. Una bahía que todavía NADIE ha limpiado, a pesar de todo.
Esta historia empieza con el auge de la minería en la Sierra Minera de La Unión.
Un empresario llamado Miguel Zapata, apodado el Tio Lobo y natural de San Javier, tenía un ventorrillo en El Llano del Beal. Pero quiso probar suerte con la explotación de la Sierra y tuvo éxito.
Se convirtió poco menos que en el dueño de toda la ciudad. Se trasladó a vivir a Portmán donde construyó una casa que era casi un palacete. Testigos de la riqueza del Tío Lobo son La Unión, Portmán y Cartagena, donde están sus residencias.
Miguel Zapata falleció en el año 1918. Heredó todo su Imperio industrial y minero su yerno, José Maestre, que empezó siendo médico para acabar metido en los negocios y en la política.
Maestre heredó el Imperio de su suegro cuando la minería estaba en declive tras la Primera Guerra Mundial.
A principios de la década de 1950, la minería volvió a estar en auge.
Esto se debe a que la empresa de capital francés Peñarroya invirtió en la reapertura de las minas.
En 1953, empezó a construirse el tristemente conocido como Lavadero Roberto.
Dicho túnel acabó de construirse en el año 1957.
El lavadero tenía un túnel de tres kilómetros de longitud, varios pozos y diversos túneles. Por el túnel pasaba un tren que traía el mineral de las canteras Emilia y San Valentín. El tren funcionaba veinticuatro horas. El tren dejó de funcionar y el mineral empezó a transportarse en cintas transportadoras. Se extraía de el plomo y otros minerales.
El lavadero estuvo funcionando hasta el año 1990.
Durante treinta y siete años, estuvo funcionando el lavadero. Calculad la cantidad de toneladas de estériles que se tiraron al mar durante todos esos años.
Os lo diré: 3.000 millones de estériles.
La bahía quedó, por desgracia, hecha un desastre. Y ese desastre es visible, por desgracia, a día de hoy porque la bahía sigue sucia.
El mineral bueno que se extraía de los estériles fue de 4.000 millones de toneladas. Era enviado a distintas fundiciones.
Os voy a mostrar unas cuantas fotos.
Recuerdo que cuando tenía ocho o nueve años iba a Portmán a jugar al fútbol con mis amigos. Para quitarme el sudor, antes de volver a mi casa en El Descargador, me bañaba a los pies de estos palmeros que podéis ver aquí. Por detrás de las palmeras llegaba el agua.
Al lado de la nave había un campo de fútbol. Yo me bañaba junto con mis amigos allí porque era donde llegaba el agua.
Hasta pronto.
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