Hoy me gustaría compartir con vosotros las historias de unos sitios muy interesantes de La Unión.
Mejor será que esas historias estén ilustradas con fotos.
Esta foto corresponde a la Estación de La Unión-Mercado.
Su construcción empezó en el año 1882. Y se inauguró tal día como hoy, pero un 1 de junio de 1883. Por lo que esta entrada es una manera de celebrar sus 130 años de vida.
Está separada de la antigua estación llamada hoy La Unión Vieja.
Entre los años 1883 y 1884 se construyó la estación del Porvenir (vista en una entrada anterior) y que está catalogada como estación de viajeros y de mercancías.
La estación del Descargador se inauguró el 15 de abril de 1884. Estaba destinada al transporte de mineral de las minas.
Era obligatorio que las mercancías que venían del Descargador estacionaran en la estación del Porvenir en su recorrido hacia Cartagena.
La empresa propietaria del ferrocarril era la compañía inglesa The Carthagena and Herrerías Stream
Tranways Co. Ltd.
Esta compañía era supervisada por obras públicas.
Esta foto tiene una historia muy interesante que me gustaría contaros.
En entradas anteriores, os hablé de una fuente que era conocida como la Fuente del Piojo. Las cuevas que había en el monte donde estaba dicha fuente tomaron el nombre de Cuevas del Piojo. También os hablé de una fuente que se encontraba a más altura que ésta.
Esta foto está tomada desde las Cuevas de Roma.
En la foto, se ve un tren pasando por la vía estrecha.
En el monte se encuentra la fuente. Son muy pocos los que la conocen. Los que mejor saben de su existencia son las personas que vivieron en estas cuevas. Voy a contaros un poco acerca de ella para que toda la gente de La Unión se familiarice con esta fuente.
Cuando yo era un niño, viviendo en El Porvenir mi familia me mandaba a por agua con mi cántaro. Iba acompañado por otros niños del Porvenir y otros niños del lugar. Pero teníamos un problema. Dos personas no podían entrar juntas y teníamos que esperar a que saliera una para que otra pudiera entrar.
La razón era que para alcanzar el agua teníamos que recorrer una pequeña galería. Teníamos que ir en cuclillas y llevando nuestro carburo para poder iluminarnos. Llenábamos nuestros cántaros con el agua de la fuente, que era muy fresca y muy cristalina.
La gente se refería a ella con el nombre de Fuente de la Galería.
En la fuente, también escaseaba el agua, por lo que teníamos que ir también a la Fuente del Piojo.
Existía una gran desconfianza entre uno y otro lado. Los de las Cuevas del Piojo se sentían como dueños de la zona. Al vernos llegar, nos mentían diciéndonos que no había agua, por lo que dábamos media vuelta y nos volvíamos para nuestras casas con nuestros cántaros vacíos.
Pero se sabía que era mentira.
Espero que, al derribarse las cuevas, no llegaran las máquinas a la galería.
Creo que no llegaron.
Si alguno de vosotros quiere ir allí, por favor, que vaya acompañado por otra persona y con una buena linterna que le ilumine.
Han pasado 55 años desde que yo iba a esa fuente.
En la flecha que aparece en la foto indico el lugar exacto donde estaba.
Id allí siempre acompañados.
Pronto, os hablaré de otras fuentes.
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