Hola.
Ya sé que todavía no tocaba la reflexión sobre el paso del tiempo.
Pero quería hacerla.
Mientras planeo nuevas rutas y busco nuevos sitios por los que pasear y descubrir, os quiero enseñar esta foto que es muy llamativa.
Es una escultura que representa a una pareja de ancianos.
No sé si nosotros llegaremos a esta edad.
Pero hay una cosa muy cierta. El paso del tiempo no perdona a nadie. El tiempo pasa muy deprisa. De la misma manera que hoy somos jóvenes y disfrutamos de la vida al máximo, también es cierto que, antes de que nos demos cuenta, llegamos a la vejez.
No pensamos en las cosas que hemos dejado atrás. No pensamos en los errores que hemos cometido hasta que peinamos canas y las arrugas surcan nuestros rostros.
La belleza y la juventud son algo pasajero. La experiencia que se acumulan con el paso de los años no se olvidan nunca.
Quedaos con esta reflexión y pensad bien ello.
Esta escultura se encuentra en un lugar muy adecuado para cuando llegamos a la tercera edad.
Esta entrada es sólo un aperitivo hasta que llegue el plato fuerte.
¡Hasta pronto!
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